Filosofía.

Después de recibirme de arquitecta en Buenos Aires, realice un Master en Imagen & Marketing en Madrid donde vivi un tiempo.
Al regresar a Buenos Aires comencé mi carrera profesional con foco en el interiorismo y diseño de objetos.
Mi interés por la estética y el arte no se limito solo al interiorismo, sino que siempre me fascinó el mundo de la moda, la salud, y todo lo relacionado a la tendencia de vernos y sentirnos mejor. Mi curiosidad por el cuidado de la piel fue aumentando en los últimos años y con ello mis conocimientos y experiencia como usuaria y estudiosa de la materia. Me encontré de repente siendo la consejera de tips y trucos de belleza de mis amigas, probando diferentes formulaciones y haciendo rutinas de skincare cada vez mas largas para ver mi piel saludable y radiante.
Comenzando 2021, con una cuarentena y bebe de por medio, decidí embarcarme en un nuevo proyecto conectando con mi pasión: el cuidado de la piel.
Mi gran motivación para realizar este proyecto es crear lo que tanto me estaba costando conseguir: una rutina facial simple, que aportara ingredientes clave, biocompatibles y aptos para todo tipo de piel, combinando ciencia y naturaleza, sin ingredientes irritantes o nocivos, con foco en antioxidantes pero también, con la misión de ser un canal para comunicar que mas allá de la rutina las pieles se cuidan desde adentro con hábitos saludables.
Mientras estudiaba los mas poderosos antioxidantes, descubro la zanahoria blanca como elixir de la juventud, con impresionantes beneficios para la piel y allí decido que cada producto debía nutrirse de esta maravillosa raiz.
De allí nace mi proyecto White Carrot, con una nomenclatura que le hace honor al expertise y la autenticidad.
Esta marca trae a escena una propuesta abarcativa y colmada de versatilidad, donde no solo ofrecemos un producto sino también un vínculo.